Copia el look: Normcore

Decir a estas alturas que el normcore es tendencia ya no es novedad. Pero la realidad es que gusta y a mí en particular me gusta mucho. Acaba conformando looks del tipo: quiero parecer que me he puesto lo primero que he pillado del armario pero en realidad es un look meditado y calculado. Y algunas os preguntaréis… ¿y qué es esto del normcore? Pues bien consiste en hacer tendencia cualquier antitendencia. El chándal, las zapatillas e incluso las mitiquísimas chancletas adidas de rayas (sí, las que han llevado los padres a la piscina durante toda la vida), pues ahora resulta que todo eso esta de moda. Además trata de escapar de lo trendy y rescatar del armario prendas mucho más casuals, podríamos decir que es un reflejo del ya conocido effortless.

Pero tiene algo que atrae, y sobre todo es su comodidad y la gran cantidad de combinaciones que podemos hacer con prendas lisas. Apúntate a la tendencia y llena tu armario de jeans, pantalones tipo chándal, jerséis de punto, sudaderas, abrigos oversize y sobre todo zapatillas. Acabarás enamorándote y este invierno por fin tendrás un excusa para no pasar frío.

Hoy os dejo con un look muy sencillo pero que desde un primer momento sabes que funciona. Jeans, color crema, tonos tierra y zapatillas negro. En zapatillas os propongo las Nike Roshe Run que tan de moda están entre las it girls y celebrities más reconocidas. Aunque ya os confieso que a mí me gustan mucho más las Stefan Janoski ya que creo que dan mucho más royo a los looks. Pero el normcore funciona con cualquier modelo que ya tengáis.

Añádele unos boyfriend jeans, un jersey de punto y un abrigo oversize (¡puedes apuntarte un tanto y atreverte con un extralargo!) y lista para triunfar en cualquier lado.

Espero que os guste esta tendencia y le saquéis mucho partido este invierno, ¡yo espero hacerlo!

look 2 enterate

Os dejo con un dato curioso publicado en Vogue.es: Un estudio de Silvia Belleza –estudiante de la Universidad de Harvard– ha concluido que vestir con chándal, ropa de deporte o aspecto desaliñado lleva ímplicto hoy un factor de riqueza o capacidad adquisitiva. Así, un trabajador de una boutique percibe mayor nivel adquisitivo a una mujer que entre con un chándal y rehúse hacer muchas preguntas, a una clienta vestida con traje de chaqueta y un bolso como el modelo Birkin de Hermès.

Deja un comentario