En La Rioja Alta, a escasos kilómetros de Haro, se sitúa Cuzcurrita de Río Tirón. Un pueblo abrigado por casas de piedra, calles empedradas, una Iglesia típica del barroco riojano, un castillo con mucha historia y unos paisajes vinícolas inigualables que hacen que cualquiera que visite este pequeño pueblo con encanto, se enamore de él.
En el centro del pueblo se alza la torre de la Iglesia de San Miguel, de estilo barroco y que data del siglo XVIII es uno de los edificios más fotografiados de Cuzcurrita y a la que le regala el nombre el Santo al que cada 29 de septiembre el pueblo celebra y le pide por una buena cosecha. A su sombra reina el bullicio cada domingo de invierno y cada tarde de verano. Lugar de reunión y de encuentro de amigos que, cada vez más, deciden escoger este pequeño pueblo a orillas del río Tirón como lugar de descanso durante las vacaciones.
Elección que ha derivado en la apertura de cada vez más bares en el pueblo que ofrecen un sinfín de posibilidades y que cada tarde del jueves, viernes y sábado de la época estival se llenan de grupos de gente dispuestos a compartir un aperitivo y una copa de un buen vino antes de la cena. ¡Que por cierto! Aquí se bebe Tarón, el vino de la cooperativa del pueblo y que recientemente ha celebrado su 50º aniversario.
Sus calles también guardan historia. Historia que la gente del pueblo, la gente de toda la vida, sigue recordando. Gente que ha visto ante sus ojos el paso del tiempo y el gran despertar de su hogar, que le han visto crecer y hasta triplicar su población durante el verano. Y a orillas del río un lavadero como recuerdo de un tiempo que fue y el castillo de los Velasco. Una fortaleza del siglo XVI que puede presumir de tener una Torre del Homenaje que se ha convertido en una de las más características de La Rioja, no solo por la armonía de sus dimensiones sino también, por la escasez de vanos que contiene.
Y dos ermitas, a las que todos les guardan gran devoción. A tan solo 1.5 kilómetros la ermita de Sorejana. Para mí, la mas especial, por la enorme vinculación familiar que guarda (desde aquí te mando un beso enorme). De estilo románico y a la que cada año, seis semanas después de Semana Santa, todos acuden en romería a la misa y después a compartir una comida en compañía de familiares y amigos. Tan solo una semana después, el pueblo se traslada tres kilómetros hasta la ermita de Tironcillo, la segunda patrona de la villa de Cuzcurrita y que guarda un santuario de estilo románico.
Si aún no te has enamorado de él, anímate a visitarlo y conocerlo, ¡prometo que no os defraudará!
Entérate Logroño 
Me gusta y me gusta el pueblo animo nena eres la mejor